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Mensajes de Amor de DIOS PADRE a sus hijos

Vol. 1

 

Su Santidad el Papa Paulo VI ha confirmado el 14 de Octubre de 1966 el decreto de la Sagrada Congregación para la propagación de la Fe (Acta Apostólicae Sedis No. 58/16 del 29 de diciembre de 1966) que permite la publicación de escritos concernientes a las manifestaciones sobrenaturales aun cuando estos escritos no estén aprobados por el "nihil Obstat" de las autoridades eclesiásticas.

 

001 MENSAJE DE DIOS PADRE
16 de mayo de 1998

Estaba yo escribiendo alguna cosa frente al Santísimo expuesto cuando de repente escuche el siguiente mensaje:
 

Me duele mucho que la gente tenga miedo de venir a Mí, porque es falta de Fe, de Mí sólo puede salir Amor.
 

Soy fuente de vida, Soy fuente de Amor. A Mí se acercan los sedientos de mi Corazón. Las almas han sido creadas en un acto de amor excelso de mi Corazón. Todas mis potencias son vuestras. Sois mis hijos, el Padre nunca    defrauda    a sus hijos.    Él se da por completo a aquellos a los que ama y que se dan en totalidad    a su Creador. Yo vuestro Padre Celestial busco almas dadivosas, pocas son las que encuentro. ¿Por qué hijos míos no encuentro respuesta a mis lamentos? ¿Por qué vuestro corazón se cierra a la Gracia y al Amor?


De Mí proviene TODO, vosotros sin Mí no sois nada. Soy la Fuente de la Vida. Tomadme, tomad de Mí y repartid a todos vuestros hermanos. La Luz del mundo os llama a una entrega total. Las tinieblas cubren todo. La Gracia no se puede ya encontrar en los hombres. Habéis dejado que las tinieblas obnubilen vuestras mentes. Habéis preferido la facilidad del mal, al compromiso y felicidad del bien.


Tengo que actuar pronto para no ver a mis ovejas que se pierdan.


Necesito de vuestras oraciones, de oraciones de corazón. De oraciones que salgan de corazones honestos en el Amor. De corazones que se muevan por el amor al ver el dolor de vuestros semejantes. Vivid unidos a vuestra casa celestial. Yo vuestro Padre os alimentaré del alimento del Cielo, que no tiene fin y da Vida Eterna.


Hijos míos, cuánto os amo. No llenéis vuestras vidas de pesadumbre y miedo. Ya os lo he dicho antes, en el Amor no hay temor.


Vivid pues    buscando engrandeceros del Amor de Dios, y es el mismo Amor el que vencerá.


Así, cuando el Amor Verdadero llene vuestros corazones, no habrá cabida para nada más. El Amor y único Amor Verdadero, Soy Yo, vuestro Dios, vuestro Creador, el que no tiene principio ni fin. El único valor que existe. Sin Mí nada vale, porque Soy el AMOR.

002 MENSAJE DE DIOS PADRE
18 de mayo de 1998

El Amor se ha derramado sobre todos los hombres, sin excepción. Mi Corazón es el que desea guiar a cada uno de vosotros a la Vida Eterna.


Mi Corazón os llama como el bebé llama a gritos en busca del alimento materno.


Yo Soy más que lo que podría ser una madre terrena, Yo Soy el que da la Vida Infinita.


No tengáis miedo de perder vuestra individualidad, porque el premio al perderla es tomarme a Mí y el hacerlo es poseer el Cielo por completo, aun aquí en la Tierra.


Dadme pues vuestra voluntad, en la libertad de vuestro ser y con amor.


El Amor no presiona, el Amor enaltece al alma que se da a su Creador. No temáis, la Unidad se tendrá que dar y Yo os deseo a todos vosotros porque han salido de Mí y deseo con todo mi Corazón que regreséis a Mí, para consentiros como una madre consiente a sus creaturas.


Os amo infinitamente como sólo un Padre Creador os puede amar.


No dudéis hijitos míos, no dudéis. El Amor se mortifica con la duda puesto que en Mí sólo está la Verdad.

003 MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR

18 de mayo de 1998

(Momentos después)

 

Hijos míos, cuánto agradezco estos momentos que pasáis frente a mi Presencia, ante la Sagrada Eucaristía, ante mi Sagrada Presencia.


Cuánto gozo estos momentos en los cuales compartís conmigo vuestros gozos, vuestros sufrimientos, vuestras necesidades. Yo de antemano conozco vuestras necesidades y vuestros pensamientos, pero cuando os tomáis la molestia de venir ante Mí a compartirlos, no puedo más que volar hacia vuestras almas y abrazarlas con un Amor tan grande que no las dejo expresarse, sobre todo cuando es el arrepentimiento sincero el que os trajo ante Mí.


Vivo entusiasmado en pensar y esperar los momentos en los cuales os acercaréis a Mí y Yo os tomaré y os haré aliviar de vuestras necesidades.


Cómo disfruto esos momentos íntimos del alma hijitos míos, pero sois tan pocos los que os acercáis y me tenéis esa confianza de Padre, de hermano, de amor.


De Mí sólo obtendréis Paz, Gozo y Alivio a vuestras necesidades.


Por favor hijitos míos, compártanme vuestras vidas, puesto que ellas también me pertenecen.


Gracias por vuestro amor.
 

004 MENSAJE DE DIOS PADRE

19 de mayo de 1998

(Ante el Santísimo)

 

Yo Soy un Padre benevolente y bondadoso aun con aquellos que poco o nada se acuerdan de Mí.


Busco estrechar vuestros corazones al mío. Espero con paciencia infinita a que vuestros ojos se posen en los míos y ese es el momento esperado de mi Corazón. Cuando podáis, por fin ver a los Ojos del Amor, es el momento en el cual el alma cambia y por fin encuentra el porqué de su vida.


Todo se desarrolla en el Amor pleno de vuestro Dios y Creador. Al fin el alma vive en la libertad en la que fue creada y es así cuando el alma puede volar libremente a los brazos de su Padre y es cuando, por fin, se realiza según lo deseado por mi Corazón.


Hijos míos, buscad mis Ojos, buscad mi Vida en la vuestra, buscad mi amor.
 

005 MENSAJE DE DIOS PADRE

20 de mayo de 1998

(Ante el Santísimo)

 

Hijos míos, ¿por qué sois tan pocos los que venís a visitarme? ¿Por qué sois tan pocos los que agradecéis mis dones?


Yo que todo os proveo. Os he dado la vida, os doy la luz, os doy el aire que respiráis, os doy el alimento para vuestro cuerpo y para vuestra alma. Os doy el Amor.


Sois tan pocos los que venís hacia Mí para acompañarme, para adorarme, para agradecerme.


No os imagináis, hijos míos, el gozo que siento cuando vosotros os acercáis a Mí, aunque sea por breves momentos. ¡Os amo tanto!


Soy un Padre tan sensible que aun vuestras pequeñas muestras de amor mueven mi Corazón grandemente.


¿No tendréis para Mí, aunque sea, un gracias o una pequeña mirada de ternura para con vuestro Creador? Yo os doy todo y pido tan poco según vuestro corazón, pero necesito de todos.


Os parecerá increíble pensar que vuestro Dios necesite de vosotros, pero, ¿qué padre no necesita de las manifestaciones de amor de sus hijos? Si vosotros las necesitáis y las gozáis, pensad en Mí que Soy el más tierno y el más sensible de todos.


Hijitos, os lo pido de corazón, traedme alegría con vuestra presencia, aunque sea solamente por un momentito. 


Vuestro Padre Celestial. 
 

006 MENSAJE DE DIOS PADRE

21 de mayo de 1998

 

Las necesidades de todos mis hijos deberían ser sólo una, Yo, vuestro Dios. No hay nada más sublime sobre la Tierra que el pensar y el actuar en los intereses de vuestro Padre.

Mis intereses son de salvación, de Amor, de providencia hacia vosotros. ¿No os dais cuenta de que cuando veis por mis intereses, estáis actuando sobre los vuestros?

 

Yo vuestro Padre sólo necesito el amor que vuestros corazones puedan producir. Todo en el Cielo es Amor, se habla de Amor, se vive del más puro y san­to Amor porque ya todos viven plenamente en Mí."

 

Vosotros, mis hijos, que aún vivís sobre la Tierra, podréis empezar a vivir del Amor del Cielo, cuando me entreguéis vuestra voluntad sin recatos. Todo lo vuestro me pertenece, pero Yo respeto vuestra voluntad y vuestra respuesta a mi Gracia. Yo espero, pero pensad ¿vosotros, todos, tendréis el suficiente tiempo para vuestra salvación?

 

Si vosotros mismos no os podéis ayudar a sí mismos ¿cómo podréis ayudar a vuestros hermanos en su salvación.

Pensad hijos míos, el tiempo apremia, el mal se lleva a muchos de los míos y vosotros, ¿qué hacéis para evitarlo? Sois pequeños, necesitáis un guía superior a vuestra naturaleza pobre: Acercaos a Mí, pedid ayuda a vuestra Madre Celestial, pedid ayuda Divina. Recordad, vosotros sois pequeños y el niño pequeño tiene que ser ayudado por un adulto.

 

Venid a Mí con espíritu contrito y Yo vuestro Padre abriré mis brazos para estrecharos a mi Corazón de donde no permitiré que os volváis a salir.

 

Dadme todo vuestro amor, toda vuestra voluntad y Yo os daré la Mía y os haré ricos en el Amor, que es la máxima riqueza de mi Corazón."

 

Volved a Mí, creaturas de mi Corazón. Cuánto os amo, hijos míos, cuánto os amo.

007 MENSAJE DE DIOS PADRE

PARA LOS SACERDOTES

22 de mayo de 1998

 

Mis Sacerdotes, mis queridos Ministros de mi Amor. Los necesito tanto para que a través de ellos se cumpla m i obra de salvación, pero cuánta frialdad y cuánto desamor encuentro en la mayoría de ellos. Me duele decirlo, me duele muchísimo ver que mis Sacerdotes, Ministros supremos, me estén fallando.                                                                                        
Yo ya lo veía desde el principio de la Cristiandad, mis mismos apóstoles estaban llenos de defectos, pero aun así los tomé para ser mis primeros Obispos. Reconozco vuestra flaqueza, pero aun así os amo y os necesito.                                                                
Tenéis que acercaros más a mi Corazón. Os habéis desviado de vuestro ministerio, habéis hecho de vuestra vida consagrada reflejo de carne y vicios en muchos de vosotros. Os he dado más que a la mayoría de mis creaturas y así os habré de pedir, en la Justicia y en el Amor.

                                                                    
Vosotros fuisteis escogidos para ser otros Cristos vivientes, transmitiendo virtud, transmitiendo verdad, transmitiendo amor, viviendo mis enseñanzas y siendo un ejemplo fiel de vuestro primer y máximo Maestro, vuestro Salvador, Cristo Jesús.
                                               
Hijos míos, mis consagrados, todavía hay tiempo. Volved a la virtud, apartaos de la Tierra y de cuanto mal hay en ella. No os dejéis ensuciar vuestras sagradas túnicas sacerdotales. Habréis de presentármelas cuando vuestro tiempo de servicio toque a su fin. La balanza está esperando sobrepesar ambos lados.                                                                                            
Vuestra concupiscencia os aparta de Mí. ¿Qué me vais a entregar al final? Muchas almas se lleva mi enemigo por la frialdad de vosotros, mis consagrados. Vuestro compromiso es muy grande, pero también os doté de bellísimos dones y ¿qué habéis hecho con ellos? También vosotros os habéis dejado arrastrar por el mundo. Vuestra misión es excelsa. ¡Comprendedlo, excelsa! Yo perdono aun al pecador más obstinado, siempre y cuando se acerque con espíritu contrito, vosotros lo sabéis ¿por qué entonces vosotros no os acercáis a Mí? ¡Dejad el mundo y sus obras de una vez por todas!

 

Vosotros sois míos, vuestra misión es del Cielo NO de la Tierra: vuestro tiempo es totalmente mío y para Mí, en la salvación de vuestros hermanos. Vivid la pureza de cuerpo y el alma hijitos míos, apartaos de todo aquello que os lleve a la    impureza, eso daña mucho mi Corazón. 


No hijitos míos, no estáis actuando completamente de acuerdo a vuestra suprema misión. No os hagáis tontos, vuestra visa debe ser de virtud y de ejemplo. Muchísimas almas se pierden por vuestro mal ejemplo, vosotros lo sabéis. 


Nuevamente os lo repito, os necesito, no me fallen por favor, por el amor a mis almas, por el amor a mis creaturas. 


El tiempo se acerca, el tiempo de la tribulación ya está, ¿qué haréis vosotros cuando Yo mismo y vuestros hermanos van a necesitar más de vosotros? Sólo la vida en la virtud os mantendrá con la Fe y la Fortaleza necesarias para ayudarme a salvar almas en la Tribulación. Os doy mi Espíritu Santo, os doy mi perdón de Corazón, pero tratad de vivir en el camino que os he trazado desde hace 2000 años. Os necesito y el mundo os necesita. Llevad a las almas a la salvación. Sed buen ejemplo de virtud y amor y venced vuestro egoísmo y vuestras pasiones.


Vosotros me pertenecéis por completo, no lo olvidéis. La Justicia será más severa con vosotros, pero el Amor será más agradecido por igual.


Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto y santos como vuestro Cristo lo es.                                                                                                                    
Os bendigo hijos míos, en mi Nombre, en el de mi Hijo y en el del Santo Espíritu de Amor.

008 MENSAJE DE DIOS PADRE

25 de mayo de 1998

 

Oh, humanidad entera, ¿cuándo aprenderéis a verme a Mí, vuestro Dios, antes que a todo lo que lo rodea? Yo os he dado TODO, pero os dejáis    llevar por la materialidad porque vuestras almas, faltas de Fe, no saben apreciar la espiritualidad que Yo, vuestro Dios, os he donado desde el momento de vuestra concepción. Vivid la verdadera vida del Espíritu, vivid la vida de mi Eterno Hijo Jesús. Sabiendo vuestra necesidad de utilizar vuestros sentidos para creer, por eso os envié a mi Hijo, para que tuvierais en Él el ejemplo a seguir y así no tuvierais pretexto de que vuestro Padre no se ocupa de vosotros. Y, qué hicisteis con Él? Las personas de ese tiempo lo crucificaron, y, ¿qué hacen las personas de este tiempo? Peor todavía, Lo desprecian, Lo blasfeman, Lo niegan, Lo apartan de sus vidas. Ya se les mostró la verdad y la rechazan, se quieren mantener en las tinieblas del pecado.                      

 

¿Qué más os puedo dar? Os he dado todo en mi Hijo Jesús. Os daré a mi Santo Espíritu de Amor, y ¿así creeréis? No me ataquéis a Mí, atacad mejor vuestra debilidad, vuestra concupiscencia que os arrastra al mal y a las tinieblas. Miraos, mirad vuestro interior, ¿estoy Yo, acaso como lo primero, como vuestro Rey y Padre en vuestro corazón; como vuestro principio y fin de vuestra existencia? Si no es así, me estáis fallando. Habéis pactado un pacto de Amor y servicio al principio de vuestra existencia. Os he concedido el don de la vida, para que actuando su caridad hacia vuestro Dios y hacia vuestros hermanos pudierais servirme en la salvación de las almas, y, ¿qué habéis hecho con vuestra promesa? Habéis preferido el mundo y sus tinieblas y me habéis apartado de vuestras vidas, y ¿ahora qué Soy para vosotros? Algunos me consideran un terrible Juez, otros me consideran un Ser obsoleto cuyas leyes “antiguas” no pueden prevalecer más. Para otros Soy una molestia en sus vidas, en donde quisieran actuar; no en libertad, sino en libertinaje sin tener quién les pida cuentas de su actuación. Y para muy pocos Soy quien debo ser el Amor, el respaldo total de sus vidas la Luz en el camino, la verdadera Vida y el Eterno Amor el Padre que protege Y levanta a sus hijos de las caídas por vuestra fragilidad. Esto es lo que Soy, y más, soy vuestro Creador quien reclama cada alma, puesto que sois parte de Mí, y el dueño reclama lo que le pertenece.
                               
Vosotros me pertenecéis por entero, pero respetando vuestra voluntad, tan voluble, que hace que se me niegue lo que es mío.

Pedid a mi Madre que os guíe hasta mi Presencia, que os enseñe el camino a vuestro Padre, que os     muestre mi Amor en pleno y que, con la ayuda de mi Santo Espíritu de Amor, os dé todo lo necesario para volveros santos y teneros conmigo por los siglos de los siglos.

Yo vuestro Padre de Amor, vuestro Jesús, vuestro Amor os llama, os bendice, os necesita. Vosotros sin Mí no sois nada, pero vuestra nada Yo la necesito.


Os amo, hijitos míos, entendedlo, OS AMO. 

009 MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

30 de mayo de 1998

 

Es bueno, hijos míos, que toméis de mis Poderes para la salvación de las almas. Recordad que vuestras acciones, por sí mismas, son miseria, pero cuando vuestra miseria se une a mis Méritos, alcanzan bienes inimaginables.


Vuestra voluntad, unida a la Mía, puede salvar pueblos completos. Vuestra voluntad movida por el amor, llega a Mí, y es ese deseo de ayuda de vuestro corazón hacia vuestros hermanos, el que, unido a mis deseos de salvación, pueden redimir a innumerables almas.

Que todos los momentos de vuestras vidas estén unidos a los míos. Yo no desperdiciaba momento alguno para la salvación de todas las almas, de todos los siglos, pasados y por venir.

La salvación de las almas debe ser vuestra meta, vuestra tarea, para alegrar mi Sacratísimo Corazón. Yo no viví sino para ello y vosotros, que sois esencia mía y colaboradores míos, esa también debe ser vuestra misión.

Vosotros tan enredados en las cosas del mundo, perdéis la visión real de vuestras vidas sobre la Tierra, se os hace, a veces, poca cosa lo que os pido, pero es TAN grande a mis Ojos lo que os pido, que por eso mandé a mi Hijo Jesucristo a recordároslo y aun así dudáis. Vuestra misión, y recordarla bien, no es otra más que la transmisión del Amor de Dos a todas las almas sobre la Tierra y la búsqueda de salvación de todas, en todos los tiempos. Ved que no digo, la salvación sólo de las almas de la gente que vive en el mismo tiempo con vosotros sobre la Tierra, sino que abarco tiempos anteriores a los vuestros. Y la razón es que, debido a la falta de oración y actos de reparación de vuestros ancestros, hay en vuestro tiempo, aún muchas almas en el Purgatorio y tienen que mantenerse ahí hasta que, por vuestros méritos actuales, puedan vuestros hermanos dejar el Purgatorio. Lo mismo sucederá con almas actuales y que por falta de méritos, de parte de todos vosotros, los que ahora vivís sobre la Tierra, muchas almas tendrán que purgar mucho más del tiempo de vuestra existencia. Dios Padre cuenta con el valor de la oración y de los méritos de vosotros, para la salvación de vuestros hermanos y recordad que vosotros estaréis en las mismas circunstancias. Yo os dije: “Lo que hagáis con el más pequeño de vuestros hermanos, me lo hacéis a Mí”. Y ahora os recuerdo que los méritos que uséis para la salvación de vuestros hermanos mientras estéis sobre la Tierra, tanto para los vivos como para los que ya pasaron a la otra vida y se están aún purgando de sus faltas, esos mismos méritos serán tomados para vuestra propia salvación. Por eso os vuelvo a recordar, el tiempo sobre la Tierra a mi servicio, es corto, no lo desperdiciéis hijos míos, porque son tan numerosas las Gracias que Yo derramo sobre las almas para que sean tomadas, tanto para vosotros, como para ser repartidas por vosotros mismos a vuestros hermanos, que esas mismas Gracias no aprovechadas y desperdiciadas para la salvación de todos, serán vuestras jueces al final de vuestros días, al final de vuestra misión sobre la Tierra. Estad atentos y vivid según lo que vuestro Dios y Señor os lo pide. No pido cosas imposibles, Yo pido de acuerdo a lo que os he dado, pero lo poco o mucho que me deis, dádmelo con vuestro corazón, sin presiones de ninguna especie, sólo y simplemente con AMOR.

 

Os amo tanto hijos míos, os espero con los brazos abiertos y el Corazón ardiente de Amor.

010 MENSAJE DE DIOS PADRE

PARA TODAS LAS MUJERES

1 de junio de 1998

 

Vosotras habéis sido formadas en mi Amor para la propagación de la vida. No hablo solamente de la vida carnal sino de la vida espiritual. Vosotras fuisteis formadas de la costilla de Adán, costilla que representa la cercanía del corazón del hombre. Fuisteis formadas para dar aliento y sostén a vuestro esposo, para darle fortaleza en los problemas cotidianos, para unir a la familia en el amor.

La inteligencia con la que habéis sido dotadas, tiene que estar al servicio del corazón, no de vuestra carnalidad. Vuestra misión en la Tierra, es sublime. En vosotras he puesto mis más grandes esperanzas para ganarme almas a través de vuestro apostolado de amor en la familia. Entended que es en vosotras donde, principalmente, se encuentra la semilla de la Iglesia. Vosotras con vuestro amor, ternura y ejemplo, sois las que podéis mover a vuestros hijos en el amor a vuestro Dios, para que no falten Ministros santos en mi Iglesia y buenos padres y madres de familia, en lo futuro. Pero, ¿qué ha pasado con vosotras? Os habéis dejado nuevamente seducir por la serpiente. Os ha convencido de que se debe de vivir fuera de la familia, aprovechando la inteligencia y capacidades con que Yo, vuestro Dios, las he dotado. Habéis querido poneros en competencia con el hombre, vuestro compañero y padre de familia. Hacéis caso a las mentiras que mi enemigo os propone a través de los medios de comunicación. Él quiere destruir mi obra y vosotras no os dais cuenta.

Ya no acudís a los Sacramentos, no tomáis mis Palabras y mi ejemplo de los Evangelios. Ya no recurrís a mi Madre en busca de consuelo y de consejo. Preferís escuchar a los mismos hombres, ya faltos de Luz divina y además, muchos de aquellos a los que llamáis “artistas”, se han vendido a mi enemigo para destruir mi obra; exaltan los valores de la carne y desprecian y hacen mofa de los espirituales. ¿Qué bien pueden sacar de ello? Estáis cavando vuestra propia fosa y la de vuestros hijos.                                

Yo os he dado una misión grandísima, sois coprocreadoras con el Padre Celestial. Y ¿qué habéis hecho con ella? La mentira se ha introducido a vuestros hogares a través de los medios de comunicación y vosotras la dejáis crecer en vuestros corazones. ¿En dónde están todos los bebés que os he mandado y que habéis impedido su desarrollo?

Os habéis cegado, puesto que ya no observáis mis Mandamientos, ni acudís al ejercicio de las Virtudes. 

Vuestra misión es doble, debéis hacer de vosotras, almas de virtud y de amor; y segundo, transmitir esas virtudes a vuestros hijos.

Sois corredentoras conmigo ya que deberéis formar otros Cristos para que vivan llevando mi Santo Nombre a todas las naciones.

Haced una parada en vuestras vidas y meditad con humildad y honradez lo que os acabo de indicar. ¿Realmente estáis de mi lado, creando amor en el mundo o estáis en mi contra, contribuyendo para que mi enemigo se siga llevando almas a la perdición, porque ellas mismas no se han podido proteger con las virtudes que deberían haber sido enseñadas en sus hogares y no las recibieron?

Volved, volved a Mí, hijas de mi Corazón y uníos al Amor de vuestro Creador para proseguir así la obra de Amor que fue mi intención primaria cuando formé al género humano.

El amor que vosotras deis, os dará la paz y la seguridad en vuestra vida actual y en la futura. 

Yo las bendigo en mi Santo Nombre, en el de mi Hijo Jesús y en el del Espíritu Creador. Y recibid, también, las bendiciones de mi Santísima Hija, la siempre Virgen María. 

011 MENSAJE DE DIOS PADRE

5 de junio de 1998

 

Yo Soy un Dios vivo. Yo estoy entre vosotros. Yo guío a mi pueblo según las necesidades que van naciendo entre vosotros.             

 

Yo no soy un Dios, como muchos pensáis, sentado allá a lo lejos, en su Trono en el Cielo, que no se da cuenta exacta de lo que pasa con sus hijos en la Tierra. No hijos míos, Yo vivo entre vosotros, es más, vivo en vosotros. Cuando bajasteis a la Tierra, junto con vuestra alma, al momento de vuestra concepción, mi Amor os acompañó y os acompaña durante toda vuestra vida en mi Tercera Persona, mi Santo Espíritu de Amor. Él vive realmente en vosotros, Él os guía, Él os aconseja, Él os lleva por los caminos de la salvación, Él os inculca mis Preceptos y Él es, en una palabra, vuestra conciencia.    

 

Él vive en vosotros y os conoce perfectamente Y espera pacientemente a que vosotros os deis cuenta de esa vida sobrenatural y esos grandes tesoros, que son sus dones, que viven dentro de vosotros. Algunos prontamente, otros tardíamente os dais cuenta de ello.

 

Hijos míos, ¡qué tesoro tan grande he puesto en cada uno de vosotros! Buscáis los tesoros de la Tierra que son NADA en comparación al grandísimo tesoro que lleváis cada uno de vosotros en vuestros corazones.

 

Si de esto os dierais cuenta, la alegría os invadiría; viviríais agradeciéndome tanto bien que os he dado y Yo me complacería y os daría más.          

 

Mi Hijo Jesucristo os lo dijo durante su Vida sobre la Tierra: “Buscad el Reino de Dios que vive en vosotros”.      

 

Vosotros buscáis oro y piedras preciosas de la Tierra, os peleáis por ellas, hacéis guerras de pueblos contra pueblos, sólo para acrecentar vuestros bienes materiales y no os dais cuenta del tesoro grandísimo que lleváis en vosotros mismos, me lleváis a Mí, Creador, el Universo entero, y vosotros, siendo mis hijos, tenéis también en propiedad TODOS mis bienes.   

 

¿Para qué buscar y pelear por los pequeños bienes de la Tierra, cuando vosotros sois poseedores, conmigo, de TODOS los bienes del Universo? 

 

Recapacitad hijos míos. Yo os he dado la Fe para que pudierais pasar la prueba de amor en vuestra misión sobre la Tierra. Esta Fe, si la buscáis y la entendéis, os va a dar la Esperanza, ya en vuestro estado espiritual, al terminar vuestra misión, de poseerme en totalidad.

 

Ahora, vosotros, sobre la Tierra, podéis poseerme y vivir conmigo y poseer todos mis bienes en una forma parcial, puesto que vuestro cuerpo es lastre, para poder subir plenamente hacia Mí. Vuestra alma, puesta a mi servicio por vuestra voluntad, puede vivir plenamente mis Gracias y regalos con que Yo, vuestro Padre os dono día a día.

 

Vivid pues en la Oración profunda de vuestros corazones para que podáis encontrarnos y podáis vivir de esa vida sobrenatural, que es mi propia Vida.     

 

Yo les dije a mis apóstoles, “vosotros no sois de este mundo” y el mundo no los entendía. Esto es, que cuando lleváis verdaderamente esa vida interior sobrenatural, conmigo, estaréis viviendo de mi Vida y estaréis gozando del Universo entero y entonces os daréis cuenta de la pequeñez de la Tierra y de sus bienes y los compararéis con la inmensidad infinita de los bienes que vuestro Padre y Creador os ha regalado y no os habéis dado cuenta.        

 

Buscadme y no os defraudaré, os lo aseguro. Yo Soy vuestro Dios, vuestro Padre que tanto os ama.

012 MENSAJE DE DIOS PADRE

EN LA FIESTA DE CORPUS CHRISTIE

11 de junio de 1998

 

Hijitos míos, hoy se celebra una de las grandiosidades de Mi Corazón para con vosotros. Mi Hijo Unigénito, antes de padecer por vosotros, se me     ofreció a Sí mismo en la Ultima Cena en la cual os dejaba, desde ese momento y para siempre, su Cuerpo y su Sangre como compañía y como alimento para vuestras almas hasta el fin del mundo.

 

Vuestras humanas capacidades no se dan cuenta de lo excelso de este regalo. Lo excelso de esta donación es un grandísimo acto de humildad y de Amor hacia vosotros.

 

Los apóstoles y la gente de ese tiempo pudieron seguir y contemplar con sus sentidos humanos la vida de mi Hijo sobre la Tierra, a vosotros os toca el premio de poder compartir y poderos saciar con el verdadero Cuerpo y la verdadera Sangre Divinos de mi Hijo Jesucristo.     

 

Si vosotros os dierais plena cuenta de tan grandísimo don del Cielo, os postrarías con frente al suelo y agradeceríais en forma tal que os sentirías indignos de tan grande favor.

 

Si pudierais ver mi Majestuosidad y Poder que existe en ese “pedacito de pan” y al que vosotros ya veis como algo simple, os turbaríais y, es más, no os acercaríais a tomarlo, porque vuestra misma alma se sentiría indigna de recibir a su Rey, a su Creador en TODA su Potencia y Majestad.

 

Por eso mi Hijo quiso deja r en manos de vuestra Fe y de vuestro amor todo Nuestro Ser, en ese pequeño pedacito de pan y que, con la humildad de todo un Dios, se dona, a quién quiera recibirlo, día a día.

 

Nuevamente es Nuestro Amor el que se da a sus creaturas, pequeños míos de mi Corazón. Tanto es Nuestro Amor hacia vosotros, que recurrimos a inventar actos de Amor -grandes milagros- pero los hacemos ver, a veces, pequeños para no asustar a vuestra débil humanidad.

 

Tomad hijos míos, tomad el Cuerpo Glorioso Santísimo, de m i Hijo Jesucristo para os en vuestras almas. Así como vuestro cuerpo necesita alimento para crecer y dar fruto, así vuestra alma debe tomar el alimento, por excelencia, que es la Sagrada Eucaristía, para también crecer y dar fruto.

 

No desaprovechéis, hijos míos, este regalo TAN grande del Cielo, tan grande que hasta los mismos Ángeles quedaron estupefactos ante la Humildad y Poder de mi Hijo, al crear la Sagrada Eucaristía. Ellos me pueden ver directamente a los Ojos puesto que ya viven en mi Gloria, vosotros podéis vernos con vuestros ojos del alma, al tomar este Sacratísimo alimento del Cielo.

 

Hijitos, cuánto os amo. Permaneced en mi Amor y vivid mi Vida en vuestra vida a través del Alimento Celestial, el Cuerpo y Sangre Divinos de mi Hijo Jesucristo.

013 MENSAJE DE DIOS PADRE

SOBRE EL SACERDOCIO

12 de junio de 1998

 

Hijos míos, ahora os quiero hablar sobre mis Ministros, vuestros Sacerdotes. Ellos son almas escogidas de mi Corazón, en los que he puesto multitud de dones para la transmisión de mis Gracias a todos sus hermanos que sois vosotros. A ellos les he cuidado desde antes de su concepción en la Tierra. Son almas especiales con las que Yo regalo a mi Iglesia para transmitirle mi propia Vida a través de los Sacramentos; son almas muy cercanas a mi Corazón.

Yo constantemente envío a la Tierra este tipo de almas para ayudaros a vosotros en vuestra conversión, en vuestra salvación, en vuestro crecimiento espiritual. Ellos son los portadores de mis Virtudes y de mi Amor.

Como vosotros sabéis, estas almas tienen que encarnarse, igual que vosotros, y tienen que luchar contra todo lo que el demonio y el mundo les ofrecen, igual que vosotros. Tienen que sufrir incomprensiones en su niñez y juventud, especialmente en estos tiempos en los cuales las familias, en general, no les interesa y hasta luchan por no permitir que un hijo suyo se vaya de Sacerdote. Esto lo consideran pasado de moda e indigno para sus familias. Qué tristeza se produce en mi Corazón cuando veo que las familias, que se dicen cristianas, atacan y tratan de quitarle esa idea del Sacerdocio a sus hijos: no se imaginan el daño que me hacen y que os hacéis vosotros mismos. Luego os quejáis conmigo de que no hay operarios para la mies, cuando sois vosotros mismos quienes lo estás propiciando.

Luego tenemos que, a los pocos operarios de mi rebaño, en vez de protegerlos con vuestra oración, os pasáis el tiempo criticándoles sus vidas. Ya les dije que son almas escogidas de mi Corazón, pero así como a vosotros os tocó un cuerpo defectuoso por el pecado original, también a ellos y todos tenéis que luchar contra todos los ataques que mi enemigo os pone en vuestro camino. La lucha de un Sacerdote contra sus debilidades corporales, es muchísimo mayor que las de vosotros, puesto que el demonio los ataca muchísimo más fuerte a ellos, por ser mis Ministros y propagadores de la Fe que mi Hijo les dejó. Si vosotros fuerais generales de un ejército y tuvierais que atacar al ejército enemigo ¿a quién tratarías de eliminar primero? Os iríais a las cabezas que comandan al otro ejército, para que al eliminar a los que dan las órdenes y la estrategia de ataque, ya no puedan continuar el ataque y así el resto del ejército se tendría que retirar sin rumbo fijo y perderían la batalla ¿no lo creéis así, hijitos míos? Lo mismo sucede con mis Sacerdotes y los ataques del maligno, si vosotros en vez de criticar a mis Sacerdotes, los protegierais con vuestras oraciones, ayunos y penitencias, tendríais los Sacerdotes santos que tanto me pedís.

Hijos míos, Yo necesito de vosotros para proteger a los Sacerdotes a través del amor de vuestras oraciones. Tenéis que daros cuenta que el mundo os necesita en la virtud, y que solo viviendo en la virtud, todo se puede lograr. Recapacitar en que para la obtención de los principales Sacramentos, se necesita uno de mis Ministros y si vosotros no los cuidáis como piedras preciosas, que son realmente porque son almas escogidas por Mí, vuestro Padre no tendríais esos Sacramentos ni para vuestra vida ni para vuestra muerte. Yo constantemente envió alma Sacerdotales a la tierra. Yo conozco vuestras necesidades, escuchó el clamor de mi pueblo y actuó de inmediato, pero ¿qué hacéis vosotros con esas almas? Muchas son abortadas, muchas son “convencidas” por sus padres para que no tomen el santísimo camino del Sacerdocio y otras son dejadas a la deriva, a merced de mi enemigo, quién las ataca y logra convencerlos a tomar otras ideologías, que no son las Mías y solo logran confundir a mi pueblo y así se pierden o se apartan de Mi camino. Pero todo esto sucede por vuestra falta de oración y penitencia por ellos. No creáis que porque son sacerdotes ya no necesitan de oraciones, ellos necesitan muchas más que para vosotros. Y son pocos los sacerdotes que se mantienen en una vida Santa y de ejemplo. Pero no os engañéis, hijos míos, si las cosas están así en mi Iglesia, es por vuestra frialdad, indiferencia y crítica hacia mis Ministros. Se dice que un pueblo tiene el Gobierno que se merece, y vosotros ¿no os merecéis lo que tenéis ahora? Recapacitad y orad. La oración y la penitencia, junto con el ayuno, tienen un poder absoluto contra mi enemigo y sus secuaces, porque al orar y daros en penitencia por mis Ministros y por vuestros hermanos, estáis viviendo en el AMOR y mi enemigo no puede nada con quien realmente ama.  

 

Recordar nuevamente, Yo constantemente envió almas Sacerdotales a la tierra, pero, ¿vosotros las acogéis como lo que son y fomentáis su apostolado? 

Os amo, hijitos de mi corazón, y os pido que veáis por mis Ministros, cuídenlos, protéjanlos en cuerpo y alma, porque así vosotros mismos os estaréis protegiendo ya que ellos intercederán por vosotros en la vida y en la muerte. 

Os bendigo en mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesús y en el del Amor Fecundo del Espíritu Santo.  

014 MENSAJE DE DIOS PADRE

SOBRE LA HUMILDAD

15 de junio de 1998

 

Hijos míos, hoy les quiero hablar sobre la Humildad. Vosotros, todos, la conocéis, pero muy os la practicáis. Mi enemigo y el mundo os hacen e la olvidéis muy pronto. Yo he dotado a cada una mis creaturas con muchos dones y tales dones NO os pertenecen, me pertenecen, es un préstamo que, Yo Vuestro Padre, os concedo para poder servir en la Tierra y poner dichos dones al servicio de la salvación de vuestros hermanos.


Recordad que lo único que os pertenece es vuestra voluntad y que, desgraciadamente, cuando no es la virtud la que guía, muy fácilmente cae en las redes del pecado, específicamente, de la soberbia. Esta última os lleva a ver los dones recibidos por Mí, para misión temporal sobre la Tierra, y os los apropiáis y os empezáis a comparar ante los demás seres humanos, de forma que los dones que os debieran salvar a vosotros y a vuestros hermanos, se vuelven vuestros enemigos por vuestra soberbia, no por el valor en sí del don o la virtud. Se los explicaré mejor, hay personas, hijos míos, a las que les he dado el don de la inteligencia en alto grado y ¿qué hacen él? El don lo ponen a su servicio para aprovecharse de sus hermanos y no ponen el don para el servicio de sus hermanos. Muchos de aquellos a los que les he permitido llegar a ser guías de los pueblos, les di dones para ponerlos al servicio de sus conciudadanos y lograr una vida mejor, primeramente a nivel espiritual y como consecuencia inmediata, también a nivel humano, porque en todos mis dones, lo que debe predominar es el AMOR. Pero mi enemigo se mete y ¿qué sucede?, el don es puesto para su propio servicio y no produce el bien que debiera haber producido en provecho de todos. Podríamos enumerar cada uno de los dones y con todos pasa lo mismo. Cuando os apropiáis de lo mío, vosotros en vuestra pequeñez, no podéis sacarle el provecho debido. Cuando con humildad, y al haber reconocido en cada uno de vosotros los dones recibidos, me los ponéis a mi servicio, Yo los tomo de vosotros y con gran alegría acompaño al alma dadivosa y ambos actuamos para la salvación de las almas y la propagación de mi Reino sobre la Tierra. Pero es solamente, cuando vosotros con plena libertad y humildad sincera os donáis a Mí, vuestro Padre, cuando Yo puedo actuar plenamente.

La Humildad es la llave que me abre vuestro corazón y que me permite derramarme completamente en Gracias en las almas. No es así con la soberbia. Cuando os posesionáis de mis dones, cuando los usáis para vuestro propio bien, cuando los escondéis y no los dejáis fructificar, cerráis vuestras puertas de entrada a vuestro corazón y a vuestra mente y Yo, entonces, no puedo hacer nada. Yo no puedo forzar los corazones, respeto vuestra voluntad. Así os demuestro cómo vuestro Dios, en toda su Omnipotencia, es primeramente Humilde. También os lo demostré con el Nacimiento, Vida y Muerte de mi Hijo Jesucristo sobre la Tierra. Os lo demostré con la Creación de mi Hija, la Siempre Virgen María. Os lo demuestro día a día con la Sagrada Eucaristía, todo mi Poder y toda mi Presencia en ese pequeño pedacito de pan y obedeciendo, muchas veces a las órdenes de Sacerdotes que no están en total estado de Gracia o que, aún peor, han perdido la Fe en tan grande misterio de la Transubstanciación.

Hijos míos, la Humildad, se dice, es la tierra fértil en la cual florecen todas las demás virtudes, y florecen más y se les da más a aquellas almas a quienes obteniendo poco o mucho de Mí, tanto en Gracias como en dones, los ponen a mi servicio y los reparten a los demás. Mientras más deis, más recibiréis. Yo la Fuente inagotable de Gracias. Venid a Mí, beberéis de Mí y ya no podréis separaros de Mí, puesto que me recibiréis en plenitud de mi Amor.

Cuánto amor sincero se necesita para reconocerme a Mí, vuestro Creador como vuestro Dios. El alma soberbia no reconoce a otro Dios sino a sí misma. ¿Cómo podrá un alma soberbia hacer un buen uso de mis dones en ella y en los demás, si no permite a Dios que la guíe?

Volved, volved a la oración, al ayuno, a la penitencia para buscar la Humildad, esta son armas espirituales que os separan de la soberbia y me dejan libre el camino para poder actuar en vosotros en una forma sencilla y total. Yo no presiono, no obligo, Yo Vuestro Dios y Señor os lo pide, os lo suplica, con la verdadera Humildad de vuestro Dios. Dejadme actuar libremente en vosotros y os llevaré en alas de águila, en ascensión continuada hacia la santidad y hacia mi Morada Eterna.

Os amo, hijos míos, os amo como sólo vuestro Padre Celestial puede amar a sus creaturas, pedacitos de Mí Mismo.
 

015 MENSAJE DE DIOS PADRE

SOBRE LOS TIEMPOS ACTUALES

16 de junio de 1998

Hijitos Míos, hoy os voy a hablar sobre los tiempos que os tocó vivir. Vosotros conocéis los tiempos antiguos por el estudio de la historia y aceptáis con veracidad lo que los autores de los libros os han enseñado. Ellos son hombres estudiosos de las actuaciones humanas a través de todos los tiempos. Mis tiempos han sido enseñados a vosotros a través de mis autores sagrados en la Santa Biblia. Yo Vuestro Padre Celestial no tengo “sorpresas” para con mis hijos, todo lo que es, ha sido y será, está contenido en las Sagradas Escrituras. Yo Soy la Verdad y la Verdad se concede a todos aquellos que, con espíritu simple y limpio, se acercan a Mí. 

En toda la historia de la humanidad ha habido tiempos difíciles y otros llevaderos, y para cada tiempo han bajado a la Tierra un tipo especial de almas, para que, guiadas por mi Amor, lleven a sus hermanos a la salvación y a un crecimiento mayor en el amor. Todo debe evolucionar para que las almas se acerquen más y más y siempre en continua ascensión en el amor hacia nuestro Creador. 

El tiempo que os ha tocado vivir y que es el que cada uno de vosotros escogisteis para servirme, es un tiempo difícil, de cambio. Pero debéis recordar que Yo nunca envió almas a la tierra sin antes haberlas equipado con todo lo necesario para cumplir su misión. Yo NUNCA abandono o dejo a sus propias fuerzas a mis criaturas, a pesar de que muchas me vuelven la espalda, Yo la sigo buscando continuamente con la esperanza de su conversión. 

Muchos me consideran un Dios malo que envía al mundo desastres, hambre, muerte, etc. Creen que todo lo malo viene de Mí. Os lo vuelvo a repetir, Yo Soy Vuestro Padre y Yo Soy todo Amor, de Mí NO puede salir más que Amor, porque si no fuera así me estaría negando a Mí mismo, iría en contra de lo que es mi esencia. No hijos míos, el mal no viene de Mí, viene de Mi enemigo, vuestro enemigo en la Gracia. 

Siendo el Arcángel más bello y más poderoso, se prefirió a sí mismo más que a su Creador. Se puso en contra del Amor, porque su soberbia fue muy grande y luchando contra mi fiel Arcángel Miguel, fue vencido. Yo solo le retiré el Amor, porque él se puso en contra del Amor y así ya no le podía pertenecer. Recordad que él es una criatura creada por Mí, la cree bellísima y le di libertad, al igual que a cada uno de vosotros. Y Yo cuando creo algo, no lo destruyo, Yo respeto vuestra libertad en el bien y en el mal. Cuando Luzbella fue vencido y quitado el Amor se volvió un demonio horripilante, él y sus secuaces, y me amenazó diciéndome que en lo futuro él iba a destruir toda la Creación, todo aquello que saliera de Mis Manos Creativas, y vosotros y vuestro mundo actual es la obra de salida de Mis Manos en estos momentos de la historia. Así podréis entender que si hay mal en el mundo por todos lados y si hay destrucción, odio, persecuciones en mi Iglesia y todo tipo de destrucción física y moral, NO viene de Mí; solamente lo permito, porque aunque sea un demonio, tiene la libertad que Yo le concedí desde el principio, en su creación, pero eso sí, lo limitó y nunca lo dejo actuar en su total libertad y poder destructivo, porque os amo hijos míos y porque conozco vuestras flaquezas. Yo os creé a cada uno de vosotros, para gozar de mi Reino de Amor, para gozar de mis Bienes y de mi Presencia en cada uno de vosotros por toda la eternidad. No os creé para el sufrimiento, ni para vuestra muerte eterna, entendedlo bien, hijos míos, porque muchas veces escucho en vuestros corazones de que Yo Soy un Dios injusto, que envía el mal a la Tierra, que hay hambre y miseria en muchas partes de la Tierra. Sí, hijos míos, Yo lo permito, pero recordad que de todo aquello que Yo permito, de una aparente mal, Yo voy a sacar un gran bien. Al permitir hambre y desastres ¿qué espero de vosotros? Caridad hacia vuestros hermanos en desgracia, CARIDAD. ¿Os dais cuenta? Se produce un gran bien en vuestras almas, las cuales van a trascender, ayudado por un mal que no va a trascender.

 

Yo busco la salvación de las almas, busco lo que es Mío, lo que va a vivir conmigo por toda la eternidad, y son vuestras almas. Usad lo material como instrumento en la santificación de vuestras almas y las de vuestros hermanos. No atesoréis cosas materiales, porque vendrá el tiempo en que se los quitaran todas nuestras pertenencias y solo os quedaréis con lo espiritual, y que siendo lo más excelso, no habréis puesto nuestra confianza en ello y flaquearéis. 

La fortaleza es virtud del alma y vosotros os “fortalecéis” en las cosas materiales, y por eso, cuando les son retiradas, se sienten vacíos, se sienten sin protección, porque os estáis respaldando con el poder del mundo que es limitado, y no con el poder de vuestro Dios, que es ilimitado

Se os quitaran vuestras cosas materiales en este tiempo y lo permitiré Yo para probaros en la fe y en la confianza en Vuestro Padre, pero no seré Yo quien lo haga, sino mi enemigo. Pero recordad que así como se os quiten las cosas materiales y vosotros me las ofrezcáis en penitencia y Amor, en la misma medida de confianza, Yo Vuestro Padre Omnipotente, os restauraré con mi Misericordia y nada os faltará. Os enfrentaréis contra un poder angelical caído, limitado, y así como Yo Soy vuestro Dios, sigo siendo Dios para mi enemigo y él tiene que respetar mis órdenes y todo lo que es Mío y vosotros sois míos. 

Sí, realmente son tiempos difíciles, tanto para la humanidad, como para mi Iglesia. Pero son tiempos también, en los cuales mi Misericordia se derramará abundantemente sobre aquellos que confíen plenamente en mi Poder y en mi Amor.  

Recurrid a mi Hija, la siempre Virgen María, quien no aparta su Amor de vosotros e intercede sin descanso por cada uno de vosotros en todo momento. Recurrid a San José, quien al igual que su esposa María Santísima, vela constantemente por vuestras familias y por mi Iglesia. Recurrid a mis Santos Arcángeles y Ángeles para vuestra protección física y espiritual. Recurrid frecuentemente a los Sacramentos mientras los tengáis en la forma en que ahora los tenéis, porque os serán retirados hasta la próxima Venida de mi Hijo, que con Majestad y Gloria bajará de los Cielos.

 

Pedid incesantemente los dones del Santo Espíritu de Amor, para que en el momento de la prueba os confiéis plenamente a Mí, Vuestro Padre, que no os fallare y os estaré esperando para gozar con vuestras almas, las que amo con todo mi Ser, por toda la Eternidad. 

No temáis hijitos míos, Yo estoy en TODO momento con vosotros, confiad en Mí, como el bebé se confía plenamente a sus padres, y Yo Soy más, mucho más que un padre o madre de la Tierra. Yo Soy el Amor Omnipotente y Eterno, Yo tengo TODO el Poder y la Gloria, TODO está en mis Manos y solo a través de mi Amor podréis regresar a Mí.

 

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